Entorno de Pollença

Impresiones del noreste

Posibles excursiones en el entorno

Necrópolis de Son Real (20km)

La necrópolis prehistórica de Son Real es una auténtica joya por descubrir. Situado cerca de Can Picafort, en la pequeña península Punta des Fenicis en mitad de la bahía de Alcúdia, este yacimiento de los siglos VII a IV antes de Cristo es el cementerio más antiguo de Mallorca. Se han conservado 109 sepulcros, y las excavaciones en la década de 1950 sacaron a la luz 300 esqueletos dotados de objetos funerarios como armas y joyas. La necrópolis se puede visitar en cualquier época del año. Quien no desee recorrer en bicicleta los veinte kilómetros desde Puerto Pollença puede enlazar la visita con un hermoso paseo entre dunas – y aparcar su coche junto al Torrent de Son Baulo. Este pequeño arroyo separa Can Picafort de la finca Son Real, que está abierta a las visitas y en cuyo terreno de más de 395 hectáreas se encuentra el yacimiento arqueológico.

Finca Son Real cerca de Can Picafort (20km)

La finca ubicada entre Can Picafort y Son Serra de Marina recuerda con orgullo la época en que Mallorca vivía aún de la agricultura y la ganadería. Es un destino ideal para familias con niños, ya que en sus cercados se pueden ver pavos reales, asnos, cerdos, gansos y ovejas. Desde la finca conducen al mar senderos sombreados por pinos. Y allí aguarda la vista de algo insólito en Mallorca: una playa casi vacía hasta en verano.

Cap Formentor (18km)

Entre junio y septiembre, Cap Formentor está cerrado al tráfico de coches. Quien quiera disfrutar las vistas panorámicas desde el famoso faro durante los meses de verano tiene la posibilidad de recurrir al autobús 334, que a lo largo del día circula veinte veces entre Puerto Pollença y el faro y para también en la playa de Cala Figuera. Incluso en verano puede accederse allí en vehículo privado, pero sólo hasta que el aparcamiento alcanza el número admitido de 300 vehículos; y hay que madrugar mucho para lograr una de las codiciadas plazas de aparcamiento. Más relajado es llegar con el transbordador que enlaza a diario Puerto Pollença con la cristalina playa de Formentor: desde allí son otros cómodos veinte minutos de camino hasta el faro. Quien no desee depender de los horarios de autobuses y transbordadores puede alquilarse una bicicleta eléctrica en alguna de las estaciones de Puerto Pollença: así recorrerá sin excesivo esfuerzo ni sudor, hasta en los calurosos meses de verano, la ondulante carretera libre de coches para llegar al punto más norteño y espectacular de Mallorca.

Monasterio Santuario de la Mare de Déu del Puig (1km)

A 325m sobre el nivel del mar se eleva un monasterio dedicado a la Virgen: el Santuario de la Mare de Déu del Puig, que también da nombre a la montaña de Pollença Puig de Maria. Desde allí arriba se disfrutan unas magníficas vistas sobre la bahía de Pollença, el Cap Formentor y el pueblo histórico de Pollença inserto en el paisaje. Se distingue bien la escalinata de Pollença, elevándose por el calvario que corona la pequeña capilla barroca. Sus 365 escalones simbolizan el año, al que se pasa así revista en la subida. El Santuari de la Mare de Déu, por su parte, fue erigido en el siglo XIV para protegerse de las epidemias de peste. Hoy el monasterio acoge un sencillo albergue y un pequeño restaurante. Quien desee ascender los 300 metros haría bien en llevar consigo agua potable y calzar zapatos de suela firme, porque las losas del último tercio del camino son extremadamente lisas y resbaladizas.

Monasterio Santuari de Lluc (15km)

El Santuario de Lluc en la Serra de Tramuntana está dedicado a una aparición mariana, y desde el siglo XIII viene siendo un gran centro de peregrinaje. En su iglesia, culminada en 1691, sigue interpretándose el Canto de la Sibilla en la misa de Nochebuena. También en verano merece la pena una excursión a Lluc, ya que el monasterio brinda la piscina al aire libre más bella de la isla, integrada plásticamente en el paisaje de la Tramuntana que la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad.

Espacio natural protegido de La Albufera (12km)

El humedal de La Albufera, declarado parque natural en 1988, se encuentra entre Port Alcúdia y Can Picafort. Por el interior se extiende hasta el municipio de Sa Pobla; por la desembocadura del Gran Canal de s’Albufera hasta el mar. Desde la carretera de la costa MA-12, una vía lleva a través del Pont dels Anglesos al parque natural, que abre todo el año. Allí, a escasos metros de los centros turísticos de Puerto Alcúdia y Can Picafort, la flora y la fauna aún reinan en paz sobre las aguas dulces y saladas, las marismas y los juncos. S’Albufera es un paraíso de las aves: se han podido observar hasta 303 especies. Más de diez mil aves invernan en el parque natural, estación privilegiada para las aves migratorias. Hay múltiples puestos de observación. ¡No olvide sus prismáticos!

Casco histórico de Alcúdia (5km)

Alcúdia tiene un espléndido casco histórico y su muralla se conserva íntegramente. Es uno de esos raros lugares en los que coinciden de manera singular el encanto vacacional con la historia y la cultura. Las ruinas de piedra más antiguas tienen unos 3000 años: se encuentran en Pollentia, el yacimiento arqueológico al sur del municipio. Pollentia era la capital de la provincia romana de Balearica y fue fundada en el año 123 antes de Cristo. La colonia no existía ya durante el dominio musulmán de Mallorca, entre 902 y 1229; antiguos habitantes de Pollentia fundaron en su lugar más al norte la actual Pollença. La actual Alcúdia, cuyo nombre es de origen árabe y significa “la colina“, se remonta a esa época. Por la puerta romana se accede al centro del pueblo, que desde la rehabilitación del casco antiguo se ha convertido gracias a sus atractivos restaurantes y bares y coquetas tiendecitas en un destino muy visitado.

Las cuevas de Campanet (15km)

Como “Paraíso en el corazón de la Sierra de Tramuntana“ se anuncian las cuevas ubicadas en el Puig Sant Miquel. ¡No exageran! La entrada a las Coves de Campanet se halla en una preciosa finca en la ladera sur del monte San Miguel, entre encinas antiquísimas, almendros y cipreses, buganvillas, romeros, plumbago azul en flor y gauras que se plantan en macetas. Por las pérgolas trepan enredaderas, y las mesas del café-restaurante instalado a la entrada invitan a permanecer a su sombra. Pero mayor frescor aún aportan las cuevas a 50 metros de profundidad, que parecen catedrales fantásticas o el decorado de una película de cuentos. Las galerías subterráneas renuncian a efectos de luz y sonido, la iluminación es discreta, pero su efecto basta para que se reconozcan formas animadas en las estalagmitas y estalactitas.

Bodega Can Axartell (10km)

El camino más hermoso a las cuevas de Campanet lleva por el “cami vell de Pollença”, atravesando un valle ameno. Viñas, olivos antiquísimos, bosques, montañas, arroyos y ovejas que pacen bajo algarrobos jalonan el suave paisaje mediterráneo. No deje de hacer una visita a la Bodega Can Axartell al pie del monte homónimo (con cita previa: info@canaxartell.es o 0034 638036282) y pruebe allí una copa del rosado que elaboran, ligero, digestivo, y veraniego. En su viñedo experimental, en colaboración con la Universidad de las Islas Baleares, se prueban y se reviven antiguas variedades mallorquinas como Premsal, Giró Ros, Giró Negre o Gorgolassa.

Mejor Precio

 Benefíciese de los precios más bajos